La pandemia y el distanciamiento físico ha llevado a las empresas a apostar por el teletrabajo como la alternativa más eficaz para mantener la productividad y sostenibilidad tanto administrativa como comercial y la continuidad de otras áreas productivas. Y aunque algunas empresas ya tenían establecida esta practica en algunas dependencias, el repentino cambio de vida, como consecuencia de la pandemia, agudizó los modelos de seguridad de la información para asegurar el bienestar de la empresa.
La práctica de la virtualidad y el teletrabajo han hecho que los delincuentes informáticos vigoricen sus acciones ilegales, accediendo a información, dinero y datos. Hoy más que nunca los líderes empresariales deben tomar medidas para enfrentar este flagelo, que impacta negativamente el clima laboral y la credibilidad de las organizaciones.
Según cifras recientes de Kaspersky, expertos en la lucha contra el delito cibernético, en Colombia, ha habido 12 millones de ataques desde el confinamiento obligatorio, centrados en el robo de contraseñas para acceder a datos financieros.
Esto se debe a la vulnerabilidad a la que están expuestos los trabajadores por las conexiones domésticas desde sus dispositivos y conexiones desde las redes de sus casas. Por esto, es importante, tomar medidas de seguridad estrictas para detener las estafas digitales tan frecuentes en estos días, debido a la ingenuidad de las personas que en su afán por acceder a información sobre los avances de la covid-19, brindan datos sin ninguna precaución, facilitando el trabajo de los delincuentes.
El costo que producen las fallas en la seguridad de información, además de la pérdida de confianza de los clientes, conlleva demandas judiciales y perjuicios penales tanto para los colaboradores como para las empresas.
Para evitar esto, es fundamental que los líderes empresariales divulguen, a través de campañas pedagógicas remotas, el uso de herramientas de ciberseguridad para garantizar un buen clima laboral y la productividad empresarial. Estar consientes de estos riegos determina el desarrollo de modelos de seguridad de la información para promover los lineamientos que permitan identificar y mitigar los riesgos a los cuales se expone la información, con el ánimo de protegerla, manejarla responsablemente y de esta forma, mejorar la competitividad y mantener la confianza de los involucrados.
Dichos modelos de seguridad de la información están determinados en el artículo 15 de la Constitución Política, la ley 1273 de 2009 sobre delitos informáticos y en la ley 1581 de 2012 para protección de datos personales, entre otros. Además de salvaguardar los aspectos administrativos y de control que deben ser cumplidos por los colaboradores, buscan impulsar el fortalecimiento de las culturas organizacionales y protección de la información.
Es básico que los líderes transmitan a sus equipos de trabajo la importancia de entender que la información usada por las organizaciones es un activo estratégico en el ejercicio de las diferentes operaciones administrativas y comerciales; y que ésta se almacena en los dispositivos móviles, portátiles, correos electrónicos y en la mayoría de los equipos y documentación, que hacen parte de la infraestructura tecnológica y física de la organización.
Así, los colaboradores tendrán todas las herramientas para salvaguardar, valorar y respetar la información confiada y serán consientes del peligro de divulgar información confidencial y estratégicas de las empresas en sitios públicos y privados. Sabrán que un descuido compromete los planes estratégicos y de acción, las decisiones sobre la marca, los presupuestos, promociones, procesos internos, inventarios, estados financieros y, en general, los contenidos de documentos sensibles, comerciales y administrativos, que contribuyen al fortalecimiento de los servicios de la organización.
En este contexto, la mejor arma de defensa contra la sustracción de información, fraudes informáticos, suplantación de identidad y cualquier otra violación de seguridad de los sistemas de información es contar con personal capacitado y comprometido, especialmente en esta época de vulnerabilidad.