Educación ambiental

La Educación Ambiental, encontró su escenario más propicio en las corrientes de transformación pedagógica, gracias a los ecologistas de finales de los 70 en el siglo pasado. Desde su inicio, se planteó una Educación Ambiental no centrada exclusivamente en la conservación de especies y su entorno natural, sino que tenía como fin capacitar a las personas para posibilitar el cambio social que superara la situación de deterioro del planeta, creando conciencia por la conservación del medio ambiente.

En los colegios en general y en la escuela para la educación básica y media, es la mejor oportunidad para que las futuras generaciones tengan conciencia por la conservación de nuestro planeta a través de la Educación Ambiental logrando tener cada vez mayor presencia en un sin número de ámbitos sociales y campos del saber, alcanzando un amplio espectro de personas y agentes sociales.

La Educación Ambiental, está presente en numerosos centros de educación básica, media y superior, incluso hay contenidos específicos en los currículos escolares y en los libros de texto, los centros educativos realizan multiplicidad de actividades, a distintos niveles, relacionadas con el medio ambiente, que van desde las salidas al medio natural, proyectos de reciclaje, hasta la realización de propuestas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en las propias aulas.

Los centros educativos comprometidos con la sostenibilidad y con experiencias de calidad son reconocidos y distinguidos de diversas formas y, además, se agrupan en redes donde la riqueza que del intercambio y los proyectos ofrecen en común,  les hacen lograr mayor sensibilidad a tiempo de crecer y mejorar.

A pesar de todo, personas y comunidades impactadas por el descuido del entorno natural en que vivimos desde hace tiempo, llevan mucho tiempo sensibilizando a la sociedad sobre el problema y, logrando pequeños cambios, no el deseado, pero sí se está reflejando una mayor conciencia por el cuidado de la naturaleza.  Quienes vivimos en el mundo occidental utilizamos los distintos recipientes en los que clasifican nuestra basura, disfrutamos de ciclorrutas en las ciudades, aprendemos en los centros temáticos ambientales, vemos como se comienzan a usar vehículos eléctricos, creciendo progresivamente el interés por el uso de fuentes renovables,  colaboramos con proyectos de desarrollo en países empobrecidos, aumentan opciones de comida sana en mercados y restaurantes vegetarianos y ecológicos, nos asociamos y creamos redes para obtener productos orgánicos, y participamos políticamente por causas para tratar de cambiar las cosas.

Estamos viendo los primeros edificios bioclimáticos e inteligentes en la optimización de la energía usando recursos renovables, tenemos ya a nuestro alcance medicamentos genéricos, las empresas quieren lograr y exhibir sus estándares medioambientales, los bancos de alimentos han tenido que multiplicar sus almacenes, han surgido incipientes aparatos sin obsolescencia programada, las fábricas de vehículos usan piezas reciclables,  aumenta la legislación ambiental, se crean grupos y se debate en las redes sociales sobre la propia Educación Ambiental Además, se están generando nuevas relaciones entre diferentes generaciones, entre personas con intereses de conservación ambiental, entre desconocidas unidas por la causa y entre el ser humano y la naturaleza.  Aparecen a diario novedosas maneras de comunicarse, de sensibilizar, de democratizar y de facilitar el acceso a la información.

 

La Educación Ambiental también va estando presente en el ámbito de la empresa a través de las áreas de talento humano sensibilizando a Juntas Directivas y a Gobiernos Corporativos; hace parte ya de los  “Stakeholder”  corporativos tenidos en cuenta para la toma de decisiones, es un fenómeno creciente la adopción de buenas prácticas ambientales, la realización de sesiones de formación para que los trabajadores las adopten e incluso, se podría decir que la realización de campañas de marketing verde para conseguir mejorar las ventas podría ser un síntoma de los logros de la comunicación y Educación Ambiental han conseguido sensibilizando de estas cuestiones a los consumidores.

Los más versados en el tema, lejos de valorar si los contenidos ambientales deben darse en una u otra asignatura escolar, recalcan que para que tenga un impacto en la vida de los niños, adolescentes y en los jóvenes, es imprescindible que se enseñe de forma transversal, que impregne todo el programa académico. En su informe Educación para los objetivos del desarrollo sostenible, la Unesco considera que son necesarias “experiencias directas” que afecten en lo emocional a los alumnos. “Las competencias no se pueden enseñar, sino que los alumnos las adquieren con acción, experiencia y reflexión”, señala el documento. Los estudiantes tienen que ser capaces de crear en grupo “acciones innovadoras” que fomenten la sostenibilidad a escala local. “Deben adoptar una postura propia en el discurso del clima”, añade.

En el modelo tradicional de educación en Colegios y Escuelas, domina la lógica de transmitir información con el único propósito de llenar los archivos y la memoria de los alumnos, pero los retos actuales requieren planteamientos más profundos relacionados con el comportamiento y la utilidad real de dicha información como herramienta práctica para el desarrollo del futuro profesional y para su vida; el vínculo emocional con el entorno es el que te transforma.  En conclusión, el medio ambiente tiene que estudiarse como un todo, porque, no se puede desvincular qué son las bacterias o los virus y sus daños potenciales, frente a cómo los humanos han creado el plástico y otros procesos industriales, que poco a poco nos está matando.

La educación ambiental en el aula es entonces, la formación orientada a la enseñanza del funcionamiento de los ambientes naturales y su relación con el ser humano buscando que las personas puedan adaptarse a ellos sin dañar la naturaleza.  Gracias a esta formación, niños y adultos adquieren conciencia para adoptar una vida lo más sostenible posible, logrando que las nuevas generaciones en el tiempo puedan disfrutarla.  El fin último es que el impacto humano sobre el medio ambiente sea el mínimo para permitir la subsistencia del planeta. Para ello, es fundamental el trabajo de sensibilización y creación de conciencia cuidadosa y no depredadora desde pequeños.

Desde hace unos años la educación ambiental se ha tratado de incorporar en todos los niveles educativos, iniciando desde preescolar y primaria. Este tipo de contenido se ha implementado en los programas escolares (PIE) de forma transversal, ya que se puede trabajar tanto en las clases de español y lenguas extranjeras como también en la propia biología y ciencias sociales. El objetivo principal es adquirir el mayor nivel de conciencia ambiental, respetar la naturaleza, reducir nuestra huella ecológica y tener presente cuáles son las principales causas de contaminación.

Las bases de la educación ambiental en el aula

El respeto por la naturaleza en el aula tiene tres pilares importantes y son:

Desarrollo sostenible: es el buen uso y el cuidado de los recursos naturales que tenemos en la actualidad para que no perjudique a generaciones futuras.

Mayor conocimiento de la naturaleza: una mayor información y conocimiento sobre el medio natural ayuda a niños y mayores a sensibilizarse y a sensibilizar futuras generaciones con su cuidado.

Reciclaje: no solo es una forma de ahorro energético, también consiste en dar una segunda vida a las cosas, reduciendo la necesidad de diseñar centros de recopilación de basuras.  Igualmente exige el diseño de materiales reciclables y fácilmente renovables.

Recursos de educación ambiental en los primeros niveles educativos:

Vivir experiencias en contacto con la naturaleza

Para que un niño o niña tenga respeto por el medio ambiente se hace necesario que tenga contacto con la naturaleza: debe salir al campo, la montaña, la playa, a un camping, parques naturales etc.  De esta forma, los pequeños irán adquiriendo respeto y conciencia por el entorno natural y tendrán la necesidad de cuidar su medio ambiente, de no contaminarlo y mantenerlo limpio.

Procesos de reciclaje

Es de los primeros asuntos en los que se debe introducir a los estudiantes y no solo en la escuela, también en casa. En el aula se pueden colocar tres recipientes de colores según el tipo de residuo: azul para el papel, gris para residuos orgánicos y amarillo para los envases. Para reforzar el aprendizaje, se colocan imágenes de los residuos que deben tirarse en cada contenedor.

Actividades de mantenimiento de parques naturales

Colaborar en acciones de voluntariado locales o asociaciones u organizar una actividad propia desde el centro educativo. Si los alumnos participan en la limpieza y recogida de basura de un entorno natural se concienciarán sobre la necesidad de cuidarlo no solo para poder disfrutarlo sino también porque es el hábitat de animales y plantas.

Investigación, discusiones y reflexiones

Los temas relacionados con los problemas medioambientales se deben adaptar a la edad y madurez de los escolares. Es importante recalcar que el cuidado del medio ambiente es una cuestión de preocupación a nivel global, pero que también se debe actuar desde el ámbito familiar e individual. Son muy apropiadas las tareas de investigación relacionadas con el cuidado del medio ambiente, la presentación en público de conceptos e inquietudes, las discusiones sobre planes y proyectos de conservación y la generación de temas de reflexión relacionados con el cuidado del medio ambiente.

Realizar salidas y visitas a granjas y a viveros

Lo que hace años era algo normal, como ver una vaca o un caballo, se ha convertido en algo excepcional para muchos escolares. Los niños de hoy tienen la idea que los huevos y las gallinas, por ejemplo, provienen de las neveras y los supermercados. Es básico ver los animales de cerca e, incluso, convivir con ellos unos días para que los niños aprendan a cuidarlos y respetarlos. Por eso, que los alumnos de Primaria vayan a una granja escuela es una experiencia altamente recomendable. Otra opción es visitar viveros para estudiar y aprender sobre la diversidad de la flora y conocer las diferentes especies.

La educación ambiental es un pilar básico de la educación integral del ser humano. Es fundamental que los alumnos desde sus primeros niveles entiendan la importancia del respeto a la naturaleza; solo así se involucrarán realmente durante toda su vida en el cuidado de su entorno natural y, en la medida de lo posible, reducirán su impacto ambiental.

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