El análisis de las percepciones de los trabajadores con respecto a la toma de decisiones, la claridad, el liderazgo, la interacción social, la motivación institucional, los sistemas de recompensa e incentivos, la apertura organizacional y la supervisión revela las necesidades de la empresa para equilibrar su clima laboral.
Las habilidades, las competencia y los valores individuales son indispensables para mantener, reforzar y crear un ambiente laboral propicio para la productividad empresarial. En la medida en que los colaboradores estén comprometidos con los objetivos empresariales y actúen libre y conscientemente, las expectativas organizacionales estarán alineadas con las expectativas individuales y esto abrirá caminos hacia el éxito, la buena reputación y la productividad.
Sin embargo, para lograr un buen entorno laboral es indispensable promover conductas individuales que involucren cambios en la actitud hacia el interior y hacia el grupo. Estas son algunas de ellas.
Diez actitudes individuales que influyen positiva mente en el entorno laboral:
- Para lograr el éxito y sentirse realizado es importante balancear todas las áreas de la vida (trabajo, familia, tiempo libre, vida social, recreación, salud, etc.) Es decir, que el bienestar emocional no puede depender de un único factor.
- Es importante cuidarse y descubrir fortalezas y aceptar las debilidades propias para actuar en consecuencia y transparencia.
- Es primordial comprometerse con el cambio cuando se reconoce que las situaciones vividas no son las mejores. Sin este compromiso no puede haber avance posible.
- Es necesario creer en sí mismo y en la empresa para la cual se trabaja.
- Es esencial reconocer a los demás, aceptarlos y estar conectados. Tener empatía y compasión por cada uno, es clave para vivir en comunidad.
- Es básico trabajar en interacción con los demás, saber escuchar y abrir canales de comunicación con jefes, subordinados y en general, con los compañeros de trabajo para construir equipo.
- Es necesario ser flexible, y reconocer que las situaciones de la vida son como son y que lo importante es contar con los recursos y con la inteligencia emocional para aceptarlo.
- Aprender a relajarse o meditar es un punto de partida para encontrarse, aceptarse y abrir un espacio para la reflexión individual y consiente.
- Es indispensable reconocer que los pensamientos sobre las situaciones vividas son los que controlan las acciones humanas. No son las circunstancias puntuales lo que genera sufrimiento sino es la reacción que causen estas experiencias las que hacen vibrar el ser humano, positiva o negativamente.
- Es preciso aprender a mirar desde afuera para aumentar la autoconciencia.
Estas diez actitudes no solo contribuyen a la optimización del capital humano empresarial, sino que brindan herramientas para lograr el equilibrio personal. Esta guía de comportamiento fue tomada de la técnica de coaching, herramienta de transformación humana, que tiene como objetivo alcanzar cambios sostenibles en el comportamiento de las personas, para transformar la calidad de vida personal y profesional.
En el ámbito laboral, el coaching se ha convertido en una herramienta clave para fortalecer las buenas prácticas en las relaciones humanas y en el clima laboral, abriendo oportunidades para encontrar lo mejor de sí y poder compartirlo.
El coach facilita el camino, pero el realmente responsable de lograr cambios es el mismo individuo. En este sentido, si se quiere mejorar la relación con el jefe o con los compañeros de trabajo y coexistir en un buen clima organizacional se deben analizar primero las competencias, actitudes, fortalezas y debilidades individuales para tomar acciones que motiven un buen desempeño social y laboral, antes de pensar que son los demás los que deben cambiar.