La pandemia producida por el coronavirus ha traído desafíos nunca antes imaginados. Los hábitos y las expectativas de los empresarios alrededor del mundo se han transformado sorprendentemente.
Sin embargo, la sostenibilidad organizacional, en estos tiempos, debe contar con estrategias, aún más eficaces, que permitan una transformación digital, para adaptarse a los nuevos modelos de negocio, generada por el actual entorno sanitario.
Después de tres meses, donde la crisis económica mundial, desatada por el coronavirus, ha demostrado una imperiosa transformación en la forma de actuar y hacer las cosas, lo más impactante de esta nueva realidad son los sentimientos de incertidumbre e indecisión causados por la continua propagación del virus, el autocuidado y el distanciamiento físico.
Todo ello ha modificado las costumbres, las prácticas de relacionamiento, las rutinas laborales y de estudio, y hasta la forma de comercializar y consumir bienes y servicios.
Pero, aunque hoy se experimentan la incertidumbre, el miedo y una desesperanza desbocadas, también es cierto que el entorno empresarial ha sabido, poco a poco, adaptarse a esta nueva realidad, gracias a su competencia creativa y a su nueva percepción frente a los entornos digitales.
Últimamente, se ha visibilizado a lo largo y ancho de las fronteras geográficas, la infinita capacidad de los empresarios para enfrentar la actual crisis social, económica y sanitaria, sin perder de vista sus objetivos. Esta situación de alarma y de confinamiento ha hecho ver que el mundo virtual no sólo es una realidad, sino que es necesario para la sostenibilidad y productividad corporativa, y por esto, se han eliminado la mayoría de las barreras digitales que existían antes de la pandemia.
Las empresas se están reinventando
El verbo “reinventar” está ocupando los titulares de los medios de comunicación nacionales e internacionales, pues el ser humano ha demostrado su capacidad infinita de adaptación ante las nuevas circunstancias, principalmente en el ámbito de los negocios y de la tecnología.
Y aunque, el 40% de las microempresas en Colombia, según un estudio reciente del Centro Nacional de Consultoría, no cuentan con los procesos básicos de virtualización, para enfrentar la crisis económica desatada por la Covid-19, ya están apostando a la reconversión tecnológica en sus nuevos modelos de negocio, para establecer canales de comunicación que les permitan mantener y fortalecer la cadena de producción y comercialización de productos y servicios.
En este contexto, la voluntad, la innovación y el arrojo de los empresarios, para proteger la vida y su necesidad de interacción, comercialización y supervivencia, ha encontrado en la tecnología la aliada perfecta para sobrellevar esta crisis.
La reconversión tecnológica y la virtualidad parecen ser los salvadores del mundo para los líderes más visionarios, pues a través de ellos ha sido posible la continuación del relacionamiento: las clases virtuales, el teletrabajo, las plataformas de juegos y comercio electrónico, entre otras, han acelerado su marcha, mejorando los niveles de comunicación, divulgación y de información a gran escala.
De hecho, la manera como los adultos y los niños perciben, exploran, entienden y dominan la tecnología ha generado, en estos tiempos, una mejor disposición y capacidad para acercarse a estos medios, a indagar su funcionamiento, y a aprender a utilizarlos con naturalidad y eficiencia.
Para nadie era desconocido el alcance de esta herramienta, pero hoy, se valora más y se procura sacarle el mejor provecho, pues el impacto cultural, comercial, económico y social es más evidente. Los procesos de cambio y desarrollo de la cultura y de la sociedad, con el coronavirus, se están transformando indiscutiblemente y esto ha generado, en cuanto a la tecnología, un cambio rotundo en su percepción y utilización.
El cambio de percepción frente a las barreras tecnológicas ha sido el factor más importante que algunos líderes empresariales han aprovechado para agregar valor a sus empresas y no perderse en la incertidumbre que ha generado la Covid-19. La tecnología y los entornos digitales son, hoy más que nunca, los protagonistas de esta nueva realidad, que no se sabe cuándo terminará.