Los Equipos No Nacen, Se Hacen
Trabajar para conformar equipos exitosos es una de las competencias de liderazgo más efectivas que hoy por hoy desarrollan las organizaciones. Algunos jefes, emprendedores o ejecutivos comprometen su posición con un desempeño individual sobresaliente y no con la competencia de construir equipos.
Sin embargo, en las empresas, actuales y potenciales, es necesario contar “más” con equipos que con colaboradores individuales para estar preparados en un mercado cada vez más competitivo.
Sin duda, la oferta empresarial exige la creación de valor sostenible en los aspectos económicos, sociales y ambientales, pero muchas veces la carga laboral y los procesos implantados para alcanzar los objetivos organizacionales se concentran en aspectos urgentes y abandonan lo esencial. Por esto, es necesario hacer un alto en el camino y proporcionar ambientes adecuados para trasmitir el valor de los equipos de trabajo como unidad de ejecución e instrumento para obtener resultados dentro de las empresas, entre otros objetivos.
En este sentido, los eventos corporativos se convierten en espacios de comunicación adecuados para propiciar este tipo de prácticas. Sin embargo, se requiere visión y liderazgo para habilitarlos y desarrollarlos, pues habitualmente se piensa en ellos no como oportunidades de aprendizaje y reflexión sino como derroche de tiempo y de recursos.
Sin embargo, las empresas más exitosas del mundo como Google, Apple o Amazon divulgan, en internet y en otras plataformas, los beneficios de crear y permitir espacios de encuentro para que sus colaboradores compartan ideas, reflexiones e impresiones en pro de la productividad empresarial. Lograr que las personas, dentro de una organización, estén alineadas y le encuentren sentido al trabajo en equipo, asegura su rentabilidad y posicionamiento.
Los equipos no nacen, se hacen. Por esto se deben generar espacios para su desarrollo. La organización de reuniones empresariales, dentro o fuera de las horas laborales, es muy efectiva cuando se incluyen objetivos claros y definidos en la capacitación de competencias personales y grupales.
Entre los beneficios de organizar eventos empresariales “con un propósito”, se pueden mencionar:
- La capacidad de adaptación al cambio externo
- La capacidad de innovación y solución creativa de problemas
- La calidad de las decisiones
- La satisfacción, el compromiso y el desempeño de los miembros del equipo
- El desempeño de la organización
- El clima organizacional
- La comunicación
- El desarrollo de habilidades personales
- El desarrollo de nuevas competencias laborales
Es así, como los eventos empresariales permiten no solo crear conexiones emocionales sanas entre los miembros sino mantener el foco en el propósito de cambio y lograr que los miembros compartan un interés que los una.
En definitiva, la construcción de equipos, durante el desarrollo de eventos corporativos, es la mejor alternativa para diseñar e implementar nuevos modelos de negocio, productos, servicios, operaciones, herramientas y estructuras. La conformación de equipos conduce a pensamientos y perspectivas insospechadas a través de ideas distintas y opiniones diversas, dando lugar a la innovación y alto desempeño dentro de las organizaciones. La razón de ser de un equipo de trabajo se origina siempre en un desafío organizacional que puede encontrar respuesta en un evento empresarial bien organizado y con objetivos claros y contundentes.