La crisis ocasionada por la Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de las nuevas competencias laborales en entornos de trabajo virtual. Y aunque el DANE acaba de revelar la peor tasa de desempleo de la historia (21,4%), las personas que conservan su empleo están enfrentado grandes desafíos para mantenerse.
Por lo tanto, entrenarse en el manejo de herramientas tecnológicas para dinamizar la productividad empresarial es fundamental en estos tiempos. En este sentido, los gobiernos corporativos deben generar estrategias sólidas de desarrollo laboral, basadas en aumentar la productividad y la competitividad.
La nueva realidad nos exige una estrategia que no solo brinde herramientas para elevar la autonomía y la proactividad individual, sino que permita el mejoramiento del clima laboral y la continuidad de la productividad. Lo anterior implica instaurar herramientas y metodologías de trabajo que amplíen la posibilidad de respuesta de cada uno de los colaboradores.
Migrar por obligación a una modalidad de teletrabajo es ahora el desafío más importante que deben superar las organizaciones. Pero más que una obligación es una oportunidad para reivindicar los beneficios del teletrabajo que desde hace tiempo se venía proponiendo, para lograr mayor productividad y sostenibilidad.
Bajo esta premisa, las empresas adelantan metodologías para alinear a los equipos de trabajo desde el distanciamiento físico necesario para detener la propagación del virus, propiciando la adaptabilidad y preparación de los trabajadores a una nueva realidad y hacia el desarrollo de nuevas competencias.
Aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología dentro de la nueva realidad y estar mejor preparados requiere contar con metodologías estrictas que permitan distribuir las tareas productivas.
El reto en esta materia es grande ¿Por dónde empezar?
El punto de partida para lograr grandes recompensas en este desafío es involucrar a los equipos de trabajo tanto en el uso de herramientas como en el cumplimiento y compromiso de metodologías de trabajo que respondan a las necesidades organizacionales.
Por esto, es importante elevar las capacidades relacionadas con la responsabilidad, la autonomía y las habilidades de comunicación. Sin estos valores, las prácticas que exigen las nuevas tendencias laborales se verán afectadas. De hecho, la metodología que se establezca en las empresas a la hora de abordar el teletrabajo es más importante que las herramientas tecnológicas. Por esto, es importante hacerle entender al equipo de trabajo la importancia de la organización, cumplimiento y comunicación transparente y fluida.
Modelos laborales:
Hoy más que nunca las organizaciones apuntan entre sus estrategias, para mantenerse dentro de esta nueva realidad, a una transformación digital. Para ello, el desarrollo e implementación de metodologías ágiles está a la orden del día para entregar productos y servicios de calidad, económicos y con tiempos de entrega adecuados para los clientes.
¿Qué son las metodologías ágiles?
La OBS Business School define las metodologías ágiles como técnicas que “permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto, consiguiendo flexibilidad e inmediatez en la respuesta para amoldar el proyecto y su desarrollo a las circunstancias específicas del entorno”.
Beneficios de las metodologías ágiles:
- Mejorar la satisfacción del cliente y del producto.
- Incrementar la motivación y compromiso del equipo de desarrollo.
- Ahorrar tiempo, inversión y costos de producción.
- Promover un trabajo eficiente y rápido.
Metodologías ágiles más utilizadas
Scrum: Una de las metodologías más usadas en estos tiempos es la SCRUM. Se trata de un proceso en el que se aplican un conjunto de buenas prácticas para trabajar colaborativamente para conseguir resultados extraordinarios en los proyectos organizacionales. En este modelo de trabajo se ejecutan entregas parciales del producto final.
Un proyecto basado en la metodología Scrum se ejecuta en ciclos temporales cortos donde la comunicación diaria y la medición de resultados son los ejes centrales. Esta metodología, reivindica la importancia del trabajo en equipo, pues cada miembro es transcendental para el flujo de información y cumplimiento de procesos.
Kanban: conocida como “Tarjeta Visual” útil para los responsables de proyectos. Consiste en la elaboración de diagramas que reflejan tareas pendientes, en proceso o terminadas.
Extreme Programming XP: metodología que contribuye al mejoramiento de las relaciones personales, a través, del trabajo en equipo, fomentando la comunicación y eliminando los tiempos muertos.
Agile Inception: Está orientada a la definición de los objetivos generales de las empresas. Su meta es clarificar cuestiones como el tipo de cliente objetivo, las propuestas de valor añadido y las formas de venta.
Y aunque, estas y otras metodologías ágiles se están implementando desde hace una década, la realidad originada por la pandemia ha hecho que los gobiernos corporativos le den un mayor valor, puesto que contribuyen definitivamente a la estrategias de negocios de las empresas y permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto con flexibilidad e inmediatez.