La vida laboral cotidiana tiende a estar rodeada de alta carga de trabajo, estrés, exigencia, conflictos, congestiones, numeroso tráfico, gente complicada, riesgos urbanos y mucha contaminación, pero la única manera para equilibrar estas cargas es sacando un espacio y tiempo para invertirlo en tranquilidad, bienestar y salud; por eso hoy trataremos los beneficios de caminar al aire libre en contacto con la naturaleza, en un plan de dos días que incluye además una noche diferente compartiendo con amigos, alojamiento confortable y un segundo día relajado con algo de Spa, y un ambiente natural tranquilo en un clima agradable que serían las condiciones propicias para recargarse, equilibrar las emociones y prepararse para enfrentar de nuevo el día a día con mejores energías.

Hablando de salud física, caminar en el campo abierto previene y reduce las enfermedades cardíacas y pulmonares, baja la presión arterial, controla y previene la diabetes, disminuye los riesgos de padecer enfermedades como el cáncer y el alzhéimer, retrasa el envejecimiento y reduce los niveles de colesterol en la sangre.  Adicionalmente ayuda a controlar el peso, además de fortalecer y tonificar los músculos y los huesos, acelera el metabolismo, ayuda a controlar el apetito durante el día y a controlar el cortisol en la sangre, hormona relacionada con el estrés que dificulta el proceso de quema y oxidación de grasa corporal (síndrome de Cushing).

Nuestro plan de “Aventura y Rumba” inicia muy temprano y puede prever por requerimiento, transporte especializado en vehículos de 40 sillas de modelo reciente, de acuerdo a los protocolos de calidad, bioseguridad, y servicio de que disponemos, para recoger a cada uno de los participantes en ruta, muy cerca de su casa, coordinando mediante las redes sociales (WhatsApp) dicha operación.  Luego de 90 minutos aproximados de recorrido el grupo llega a una finca para alojarse y degustar un desayuno fuerte considerando que la jornada será fuerte y extensa para quienes se consideran sedentarios, y es necesario obtener de esta comida la energía necesaria para afrontar buena parte de la actividad.

Luego de que el grupo se encuentra acomodado en sus habitaciones de la finca, se dispone el alistamiento para salir a la primera jornada de la caminata, momento en el que recibirán individualmente un Kid de Hidratación, el cual incluye: una botella de agua, algo de frutas para el camino y un alimento que provee calorías.  Es importante tener en cuenta que los participantes deben prepararse con ropa cómoda preferiblemente sudadera, una chaqueta impermeable muy liviana en caso de lluvia, zapatos cómodos de amarrar, y un maletín de cintura (Canguro), o liviano de espalda, en donde pueden llevar sus elementos de cuidado personal tales como bloqueador solar, medicinas personales, paños húmedos, etc.  Además, el teléfono celular, la cámara fotográfica y sus documentos personales.

Iniciamos la caminata tomando rutas veredales y caminos en campo abierto en grupo coordinado por un facilitador líder de la caminata, un número de guías de apoyo de acuerdo al número de participantes, un enfermero y un asistente de calidad.  Durante la caminata se planea realizar actividades ambientales y desafíos de equipo para generar grata recordación de la actividad y además para reducir el cansancio en quienes pueden tener poca experiencia, con el fin de mantener el grupo compacto, además durante el trayecto y dependiendo de los lugares visitados, se presentan relatos históricos que incluye mitos y leyendas de la región, sobre los que luego se realizan concursos y actividades recreativas de competencia.

Habiendo llegado al primer punto de descanso, encontrará el grupo un almuerzo caliente de campo en un lugar muy modesto pero aseado, servido por la gente de la región y con la sazón típica de la mujer campesina, y el aroma del campo.  Disponemos también de un almuerzo frío que puede ser incluido en el Kid de hidratación, igualmente suficiente, pero todo depende de las coordinaciones previas que se realicen para el plan. Terminado el almuerzo y luego de un descanso, el grupo toma camino de regreso a la finca en donde tendrá la oportunidad para un refrigerio con bebida caliente (En el caso de haber escogido almuerzo frío), un buen baño, y momentos de tiempo libre para cerrar la tarde con algo de piscina, mientras se preparan las actividades de la noche.

Para la noche se ha planeado lo necesario para una lunada, con feria de pinchos y/o alitas endiabladas, bebidas, cerveza fría y/o licor, que de acuerdo al requerimiento previo, puede estar acompañada de tertulia en rededor de la fogata, una guitarra y música de cuerda en vivo, y/o rumba en el salón de la finca, en las condiciones y con los servicios que se coordinen previamente.  El objetivo de la rumba y otras actividades recreativas al final de la jornada es el de realizar estiramiento y relajación muscular luego de la caminata y otras actividades del día, considerando que algunos participantes no están acostumbrados y de esta forma reducen los dolores musculares típicos del siguiente día de ejercicios físicos.

En la media noche finalizan las actividades del día uno y, llega el momento para el descanso en las habitaciones, con el fin de dormir plácidamente y recuperarse, habiendo acordado con el grupo la hora para levantarse e iniciar el segundo día.

El segundo día comienza con un desayuno típico reconfortante, para luego tener una mañana de piscina, relajación masajes y Spa, de acuerdo con las coordinaciones previas, y luego del medio día finaliza el plan en la finca con un almuerzo fuerte pero sano cuyo menú igualmente se coordina previamente.

Al final del almuerzo inicia el alistamiento, embarque y recorrido en el transporte de regreso a Bogotá, para dejar a los participantes en el mismo punto en donde fueron recogidos.