Los planes de vida saludable a veces parecieran consistir en medidas muy restrictivas a las que nos debemos adaptar luchando contra nuestros propios instintos.

Pero, ¿qué hay más sano que perderse por algún camino, sin pausa, pero sin prisa, en medio de la naturaleza hasta sentirse realmente cansado y con ganas de volver a casa?

En los tiempos tan acelerados en los que vivimos vale la pena desafiar por este tipo de planes. Antes de que la contaminación y el cambio climático nos devoren, debemos aprovechar estos momentos en compañía de colegas, familiares y amigos o en soledad en donde el esplendor de la naturaleza esté presente.

Un hecho tan natural como caminar, sentir el aire fresco a medida que se aumenta la velocidad de las piernas, contemplar el entorno natural del camino y detenerse de manera pasiva en algún punto, contemplar la naturaleza, tomar una fotografía para luego continuar mientras el pensamiento y las ideas fluyen, no debería pasar desapercibido.  A veces esas pequeñas cosas no parecieran importantes en medio del ritmo agitado de la vida diaria.

Se puede ser perezoso a la hora de querer hacer ejercicio, y más bien, inscribirse en un gimnasio y concurrir todos los días a la máquina para correr junto con otras tantas personas. Pero el ambiente de los gimnasios es a veces fastidioso por el encierro, la carga de sudor y de aire reciclado, lo que significa que la mejor opción será siempre salir a andar hacia donde te lleven tus pasos.

¿Qué hay de esas disipadas mañanas de domingo de paseo por algún parque público de la ciudad? O mucho mejor: organizar una escapada con amigos a algún pueblito cercano para disfrutar de la naturaleza, los caminos veredales, el contacto con el campo y su gente, y después compartir una buena comida alrededor de un buen fogón.

Las caminatas forman parte de ese conjunto de ejercicios aeróbicos en el que intervienen casi todos los huesos y músculos. Sin embargo, para que se considere ejercicio debes producir y mantener el ritmo cardíaco a 140 latidos por minuto, o incluso más.

Son incontables y variados los beneficios que para la salud física y mental producen las caminatas:  fortalecen los músculos de la respiración y facilitan la entrada y salida de aire a los pulmones; mejoran de la fuerza y eficiencia de los impulsos cardíacos, lo que permite el envío de mayor cantidad de sangre; mayor capacidad de transportar oxígeno a los pulmones; tonifican los músculos de todo el cuerpo, mejoran la circulación y aumentan el número de glóbulos rojos en más de un 95%, los transportadores de oxígeno al resto de órganos del cuerpo humano, del mismo modo, se ha demostrado que esta actividad también mejora la función inmunológica del organismo, lo que quiere decir que te librarás de los virus modernos como el Covid-2019 y aún más, de una gripe o resfriado que si no lo hicieras, o por lo menos en el caso de contraer algún tipo de afección bacteriana o vírica, su duración va a ser mucho más corta o mejor aún,  sus síntomas serán más leves.

Al margen de esta serie de beneficios, destaca otro muy importante, y es el del factor social. En nuestras vidas plagadas de responsabilidades y obligaciones es necesario disfrutar de la compañía de nuestros amigos y/o seres queridos para poder estar sanos física y mentalmente. Y uno de los mejores planes para hacer en compañía es sin duda el de salir a caminar sin tampoco tener muy claro el lugar al que nos llevarán los pasos. Los niveles de confianza entre tu acompañante y tú mejorarán si superamos retos por un sendero natural, o si la naturaleza nos sorprende lo que significará que vuestra relación se fortalecerá. ¿Qué puede haber más saludable?

Pero si el problema son esos incómodos números de la báscula que hay que bajar, y que además te sientes muy perezoso o muy mayor para grandes esfuerzos, lo mejor será que echar a andar sin saber el destino.  En definitiva, no hay excusas para dejar de disfrutar de una larga caminata que recargará su energía, fortalecerá las relaciones con sus amigos y/o colegas, y vivirá momentos inolvidables haciendo actividad física, este será el mejor plan.

¿Cuál es la diferencia entre una camina recreativa y una simple caminata para ejercitar el cuerpo?

Una caminata corta mañanera, ó después de la siesta por la tarde, siempre hará bien al cuerpo y traerá muchos beneficios para la salud. A partir de los 20 minutos este tipo de ejercicio, será una actividad que se vuelve más efectiva.

Según el tipo de caminata que sea, mejorará más o menos algunos aspectos de la salud y del estado físico, pero elegir la más adecuada es importante según las posibilidades de cada uno.  Solo se necesita un calzado apto para proteger los pies y un poco de tiempo para dedicarle tranquilamente a la actividad, y algo además a favor, caminar es gratis.

Una caminata recreativa, es una actividad más relacionada con el paseo, entonces el ritmo es mucho más lento que una caminata de mayor exigencia. Se queman muchas menos calorías, sin embargo, tiene un impacto muy positivo tanto en la salud física como en el estado anímico porque igual el cuerpo genera endorfinas relacionadas con la felicidad y el bienestar. Es un momento que hace muy bien a la salud mental sobre todo, porque permite distender, poner la atención en otros lugares, y compartir con otras personas sensaciones extraordinarias, llevando un ritmo armónico, para poder apreciar todo lo que está a nuestro alrededor, puede además, ser más o menos acelerado, sin generar ninguna presión sobre las posibilidades físicas de las personas o el nivel de entrenamiento. Se pueden establecer metas de distancia por ejemplo, pero lo que importa es básicamente disfrutarla.

Para aumentar el ejercicio aeróbico puede acelerarse la marcha, los brazos se mueven enérgicamente a los costados del cuerpo, se realiza una caminata ligera con movimiento exagerado de caderas.  La gran ventaja de la caminata de este tipo enérgica conocida como marcha, es que quema aún más calorías que correr. La diferencia con el trote es que no tiene fase vuelo, pero sus movimientos de pasos a tierra gastan más energía.

Para que todo “marche” bien en la caminata, es importante no mirar hacia abajo sino poner la vista en el camino, no tensionar los músculos tampoco. Si se va a realizar una caminata más intensa, quizás convenga estirar un poco todos los grupos musculares antes de salir de casa.

Otros detalles los pies tampoco tienen que ir muy separados, sino a la altura del ancho de hombros. La inclinación del tronco no debe ser hacia adelante sino en una línea recta.

Tampoco conviene hacer pasos muy alargados como si fuesen zancadas. Los movimientos de los brazos tampoco deben ser exagerados como si se estuviera aleteando.

Existen variedades de caminatas dependiendo los lugares y el propósito de las mismas. El senderismo por ejemplo, es una actividad deportiva no competitiva que consiste en caminar siguiendo un itinerario determinado. Se acostumbra a realizar en senderos previamente escogidos y aprobados por nosotros, pero también por sendas, caminos rurales y vías verdes conocidas muy seguras pero que dan la sensación de ser inexplorables.

El senderismo busca acercar a las personas al medio natural y al conocimiento de las regiones a través del patrimonio y los elementos etnográficos y culturales tradicionales, utilizando especialmente senderos de tierra, antiguos caminos de herradura y carreteros, cañadas y caminos reales, caminos forestales y otros, evitando en lo posible el tránsito a través de rutas asfaltadas u hormigonadas. El senderismo constituye una simbiosis entre deporte, cultura y medio ambiente.

El senderismo es una actividad que puede confundirse con el excursionismo. Según se desprende de la extensa literatura sobre deportes al aire libre, el excursionismo sería la disciplina más cercana y precursora del senderismo, aunque a diferencia de este, discurre por senderos no marcados y, por tanto, pareciera no contar con las garantías de seguridad y calidad que proporcionan los senderos aprobados, sin embrago en estos casos nuestros guías son profesionales de la montaña que tienen la capacidad para superar los desafíos del camino.  En la mayoría de ocasiones, la actividad suele desarrollarse toda durante un mismo día.

El excursionismo (o trekking) puede definirse como una modalidad deportiva no competitiva que consiste en recorrer de forma autónoma o en pequeños grupos, generalmente a pie, parajes aislados generalmente con dificultad de tránsito, tales como zonas montañosas o lugares remotos sin senderos. Trek es un anglicismo originado en Sudáfrica y se utiliza para describir la realización de un viaje más largo y complicado. Es una palabra que comenzó a usarse en los años ochenta por los alpinistas que viajaban al Himalaya o a los Andes para definir las largas marchas de aproximación a la base de las montañas a las que pensaban ascender.

El trekking o excursionismo es una actividad física que consiste en caminar por escenarios naturales, como montañas, bosques, selvas, cañones o ríos. Se diferencia del senderismo en que la modalidad del trekking es mas exigente, por lo tanto requiere un mayor esfuerzo físico, ya que mientras el recorrido realizado en senderismo suele tener un grado de dificultad más bajo, debido a que sus rutas discurren por senderos, vías y caminos señalizados, en el trekking los recorridos se realizan a través de parajes aislados y sin ninguna ayuda de señales o caminos, lo que representa un mayor contacto con la naturaleza. El senderismo suele estar considerado como una actividad más relajante, mientras que el excursionismo se asocia con una mayor demanda física.  Además de esta diferencia, el trekking se suele combinar con otras actividades naturales, como la acampada.

El trekking tiene una regla básica: no perturbar ni dañar la naturaleza. Aunque la actividad depende del grado de dificultad del terreno, lo vital para practicarla es contar con el equipo adecuado, que para este tipo de actividades nuestros guías están dotados de:

Una brújula: Al ser una actividad que tiene como escenario parajes naturales no señalizados, es imprescindible utilizar una brújula para no perder la orientación.

Cuerdas: La mayoría de las rutas realizadas en el trekking son de montaña o se sitúan en terrenos escarpados y difíciles. En ese tipo de zonas una cuerda puede llegar a ser imprescindible.

Alimentos: Muchas de las rutas suelen durar uno o dos días y conllevan un importante gasto de energía. Consumir alimentos ricos en vitaminas y proteínas otorgará la energía suficiente para completar las rutas con éxito.  Dentro de nuestros planes incluimos las dietas frías adecuadas en complemento con comida caliente dependiendo de los lugares y las disponibilidades.

Ropa cómoda y adecuada a la situación climatológica: Aunque el trekking no tiene una vestimenta determinada, es preciso disponer de la ropa adecuada a cada situación. Además, el calzado debe ser cómodo, ya que los recorridos son largos.  Contar con una chaqueta impermeable es importante y ropa de cambio empacada en un bolso impermeable en caso de lluvia.

Otros utensilios y objetos: Una tienda de campaña por si es necesario hacer noche durante el recorrido, una cantimplora para poder hidratarse o una navaja se encuentran entre los objetos más necesarios a la hora de hacer excursionismo, y los elementos de aseo y de cuidado personal, sin olvidar algunas medicinas individuales.

El trekking, como todas las actividades que impliquen caminar, aporta un gran beneficio para el sistema cardiovascular, ayuda a quemar calorías en mayor grado que el senderismo al requerir un esfuerzo físico mayor, previene y disminuye los dolores musculares y el colesterol derivados de una forma de vida sedentaria, ayuda a mejorar notablemente la salud psíquica.

El contacto directo con la naturaleza y la huida del estrés, así como de la contaminación, el ruido y la polución de las ciudades, incrementa el bienestar y la satisfacción.

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