El Cambio Para Lograr Ventajas Competitivas
El aprendizaje organizacional es un tema clave en épocas de cambio e incertidumbre y puede construir ventajas competitivas si la organización es hábil para enfrentar y adaptarse a nuevas realidades y mantener sus actividades de manera exitosa en el largo plazo.
Las empresas enfrentan infinidad de retos que exige un aprendizaje continuo: la globalización, los frecuentes avances tecnológicos, los cambios en las tendencias laborales, el poder de los consumidores y la rotación del mercado laboral, impulsan a las empresas a desarrollar estrategias para obtener beneficios económicos y prevenir las dificultades en el desempeño de sus colaboradores, generando un clima laboral propicio que beneficie a cada uno de sus miembros.
En este sentido, favorecer un aprendizaje que permita la adaptación y el cambio para mejorar el desempeño organizacional es fundamental para aumentar su capacidad gerencial.
Se trata de abrir espacios de comunicación durante la organización de eventos empresariales que permitan ajustar comportamientos, reestructurarse y resolver problemas. A través de actividades lúdicas, deportivas y de recreación los colaboradores experimentan cambios en sus modelos mentales y percepciones, impactando la productividad y rentabilidad organizacional.
Promover el aprendizaje de manera sistemática entre los colaboradores de las empresas, permite recolectar, analizar, transferir y aplicar información para conseguir resultados concretos y al logro de ventajas competitivas tangibles e intangibles, que habilitan la confianza y el compromiso entre los miembros de los equipos de trabajo.
Las ventajas competitivas:
La distribución de conocimiento para promover competencias personales dentro de las empresas puede darse de manera formal e informal; formal, mediante eventos corporativos que desarrollen capacitaciones entre áreas de trabajo; e informal, a través de la interacción y la colaboración entre los miembros, promoviendo actividades deportivas o de recreación al aire libre, con objetivos específicos a través de la experiencia.
El desarrollo de estas reuniones empresariales eleva la capacidad de la organización para lograr un mejor desempeño, mantener la calidad de los procesos, altos niveles de competitividad y una filosofía de transformación continua. Igualmente, los eventos corporativos contribuyen a la capacidad de las empresas para recuperar experiencias pasadas que puedan aportar en los momentos de responder a situaciones nuevas. Es decir, recordar quiénes en la empresa saben de determinados asuntos, quiénes tienen la capacidad de resolver problemas, quiénes tienen ideas diferentes, quiénes manejan la inteligencia emocional, quiénes se involucran para coordinar actividades y así sucesivamente. Todo este conocimiento permite a los líderes empresariales gestionar las individualidades de cada trabajador y organizarlas de manera oportuna para el beneficio colectivo.
El aprendizaje ocurre en un contexto activo, que implica la interacción de los miembros y las herramientas para ejecutar las tareas. De ahí la importancia de desarrollar eventos corporativos con propósito y objetivos claros, con el fin de facilitar estrategias enfocadas a lograr metas futuras colectivas, de acuerdo a la visión empresarial particular; para lo cual los colaboradores deben sentirse inspirados y comprometidos.
Para lograr este ideal, las empresas deben estar dispuestas a garantizar el profesionalismo de los colaboradores, promover el liderazgo comprometido y trabajar por una comunicación eficaz que suscite ambientes de confianza y de compromiso intelectual y emocional, para permitir el desarrollo del sentido de pertenencia hacia la organización y sus objetivos.