Dentro de los diferentes tipos de actividades empresariales experienciales que se organizan para estrechar lazos de cooperación y alineación de objetivos entre los colaboradores se encuentran: las caminatas, las salidas pedagógicas, actividades al aire libre, los talleres creativos y en general, las actividades ecológicas, de integración y deportivas.
Dichas actividades se caracterizan por estimular transformaciones actitudinales, pues facilitan los procesos comunicativos entre los miembros de las compañías. Sin duda, este tipo de actividades empresariales son cada vez más valoradas por los gobiernos corportativos, pues su práctica frecuente ha demostrado los efectos positivos en la productividad, en la alineación de los equipos de trabajo y en el establecimiento de climas laborales sanos.
De hecho, estas actividades empresariales ofrecen la posibilidad de organizarse de acuerdo a las necesidades de cada una e integrar no solo a los colaboradores sino a sus familias, a través de actividades lúdicas, con el objetivo de que padres, hijos o hermanos, construyan comunidades solidarias que afiancen los vínculos para la cooperación y el mejoramiento la salud corporativa.
Las organizaciones encuentran en las actividades al aire libre un espacio propicio para que sus colaboradores además de conectarse con la naturaleza por medio de la vegetación nativa, corrientes de agua, cascadas y hermosos paisajes, desarrollen competencias físicas y mentales para enfrentar y solucionar las situaciones que conlleva la vida, tanto en lo laboral como en lo social y familiar.
En los tipos de actividades experienciales de alto impacto, como el “rappel”, los colaboradores tienen la oportunidad, no solo de experimentar retos individuales y desafíos grupales, que los empoderan para tomar las mejores decisiones en los roles que les correspondan.
De igual manera, les permite estrechar lazos de amistad, conocer y valorar fortalezas de sus compañeros y entenderlos de una manera diferente a sus compañeros sin las presiones y conflictos que el ritmo de trabajo exige, transformando muchas veces sus percepciones negativas en oportunidades positivas de relacionamiento que los induce a sentir empatía y admiración por los demás, repercutiendo positivamente en el clima laboral.
Las fiestas, también hacen parte de las estrategias de actividades empresariales más valoradas, porque impactan positivamente en las relaciones interpersonales. Estas fiestas se pueden organizar con un propósito especifico experiencial como despedidas de año que son un pretexto tradicional y algunas otras, para celebrar días especiales como el de la secretaría, la familia, el día de los niños, entre otros, para propiciar encuentros amistosos.
Una fiesta es un espacio de integración que también se puede organizar en las instalaciones de las empresas para unir, alegrar y fortalecer las relaciones humanas, que en horarios laborales no es posible realizar por los protocolos y procesos administrativos que se deben cumplir inevitablemente para alcanzar la productividad exigida por los mercados hoy por hoy más competitivos y los ámbitos comerciales. Tipos de actividades empresariales
Estas fiestas se pueden complementar con shows de artistas y humoristas para estimular la espontaneidad para que los participantes expresen libremente su personalidad de acuerdo a la percepción que estos les generen y se reflejen gustos, valores y expectativas, para después gestionarlos de la mejor manera dentro de los entornos laborales.
Las salidas pedagógicas, las cabalgatas y las actividades eco-recreativas, de integración y deportivas también son actividades empresariales que se pueden organizar con un propósito específico, impactando positivamente en las relaciones interpersonales entre los miembros de una compañía, pues destruyen barreras que generan malos entendidos durante el desarrollo de sus funciones. En estos escenarios nadie se siente amenazado, lo que permite la comprensión de situaciones y personalidades de una manera diferente, empática y flexible.