HABILIDADES DE COMUNICACIÓN
En el desempeño de cualquier rol profesional, se requiere conocer y dominar junto con las capacidades conceptuales, un conjunto de habilidades sociales que permitan al profesional crear una relación eficaz y satisfactoria con los demás. Para ser exitoso y tener una buena competencia en el manejo de las relaciones humanas es necesario una buena comunicación interpersonal.
Las habilidades sociales permiten que una persona se relacione de manera constructiva con los demás. Las debilidades en este tipo de habilidades se pueden reflejar en conductas de agresividad, en aislarse, o en ser excesivamente permisivo, expresar de forma inadecuada los sentimientos, actuar de manera intransigente, etc. Esto genera dificultades para integrarse y ser parte de un equipo de trabajo productivo.
Dentro de las habilidades que el individuo requiere para ser parte de un exitoso equipo de trabajo, se hace referencia a la iniciativa, la proactividad y la comunicación, entre otras.
La comunicación es un proceso muy complejo marcado por muchos factores (la cultura, el tipo de relación entre los interlocutores, los estados de ánimo, el entorno laboral, las propias experiencias, etc. ) en el que, a pesar de haber diferencias entre las distintas personas, existen elementos comunes que son los que permiten que se de el proceso comunicativo. La clave en el desarrollo de las habilidades de comunicación es el de poder identificar a tiempo esos elementos comunes, mejorando su capacidad de escucha.
La comunicación requiere que, partiendo de determinados esquemas y experiencias previas, el emisor represente de manera simbólica aquello que quiere expresar; por otra parte el receptor, partiendo también de sus esquemas, experiencias previas y de su actitud frente al emisor, debe decodificar e interpretar el mensaje que éste (el emisor), le ha trasmitido, pudiendo encontrar la forma de verificar para interpretación adecuada del mensaje.
La experiencia nos enseña que las personas más competitivas, son aquellas que se destacan y que sostienen ventajas en habilidades de comunicación sobre las otras personas del común, y que además de contar con un importante cúmulo de capacidades, experiencias y conocimientos, disponen de un conjunto de habilidades interpersonales que utilizan para sacar el mayor provecho en diversas situaciones.
La relación entre frustración y habilidades de comunicación sucede cuanto se generan más respuestas relacionadas con asumir la culpa y proponerse corregir determinada situación adversa, que se convierte en reto, desarrollando mayores habilidades sociales asertivas para enfrentarse con desconocidos y con situaciones nuevas, así como, para mejorar su propio repertorio general de habilidades sociales, y competencias laborales.