En el mundo empresarial productivo los eventos empresariales son la mejor oportunidad de acercamiento y conocimiento entre todos los actores e influenciadores que desarrollan o impulsan los procesos,  un evento es una reunión que se celebra con un propósito específico que para estos casos es el de mejorar las relaciones interpersonales, elevar el sentido de pertenencia, fortalecer el trabajo en equipo, mejorar las habilidades de comunicación, potenciar el liderazgo y otras competencias colectivas que al final lo que se pretende es mejorar el clima laboral.

El artículo 21 de la Ley 50 de 1990 establece que en las empresas con más de 50 trabajadores y cuya jornada sea de 48 horas a la semana, sus colaboradores tendrán derecho a que 2 horas de dicha jornada se dediquen, por cuenta del empleador, a actividades recreativas, de integración, culturales, deportivas o de capacitación. El Decreto 1127 de 1991 reglamentó la anterior disposición. Advierte en su artículo 4 que será el empleador el encargado de elaborar los programas que deban realizarse para el cumplimiento de la obligación establecida en el artículo 21 de la Ley 50 de 1990.

Estos programas deben estar dirigidos a realizar actividades recreativas, culturales, deportivas o de capacitación, incluyendo en éstas las relativas a salud ocupacional, procurando la integración de todos los trabajadores, el crecimiento de la productividad y el mejoramiento continuo de las relaciones laborales.

Tenemos en mente un evento empresarial y lo relacionamos comúnmente con una actividad recreativa que involucra a uno o más participantes, en la que la función principal es proporcionar diversión y entretenimiento a aquellos que participan en las actividades, pero debemos considerar que el alcance va más allá de la simple diversión, siendo los juegos oportunidades de integración para reducir tensiones en las relaciones, permitir el conocimiento en facetas diferentes a las laborales y usar la lúdica como herramienta de capacitación para fortalecer competencias, para sensibilizar, difundir información y elevar los niveles de productividad.

Sin embargo, los juegos pueden tener más de un propósito, es decir, pueden desempeñar un papel educativo, ayudar a profundizar las señales físicas y mentales y contribuir al desarrollo de las habilidades psicológicas y prácticas de las personas, que aportan valor a los procesos productivos.

Hay que señalar además, que los juegos que se diseñan para los eventos empresariales, en su mayoría, admiten un cierto grado de competencia considerando que vivimos en un mundo competitivo, pero para los eventos de integración que diseñamos, en los juegos recreativos, la competencia no desaparece, pero pierde un poco su importancia pues se minimiza al máximo, es decir, en este tipo de juegos, no importa quién gana o pierde, es el aspecto de integración y la creación de confianza en las relaciones, el principal objetivo.