COMPETENCIAS Y VALORES
Los cambios que hoy se producen en el entorno empresarial, caracterizados por la globalización de la economía, y la continua introducción de las nuevas tecnologías en los procesos de producción y administración en las organizaciones, han provocado a su vez, cambios en las estructuras al interior de las mismas, existiendo la tendencia al aplanamiento de estructuras organizacionales y a la constante evolución de los puestos de trabajo, lo cual hace difícil mantener la estabilidad de los mismos.
Esta nueva realidad también ha modificado las relaciones contractuales entre las organizaciones y sus miembros, basándose ahora en el desarrollo profesional de los empleados y en la búsqueda, por parte de dichas organizaciones, de nuevas formas para optimizar el recurso humano potenciando al máximo las competencias de su personal.
Para dar respuesta a este gran reto, muchas empresas han optado por la aplicación de modernos sistemas enfocados en las Competencias Laborales, como una alternativa para impulsar la formación y la educación, con la visión por lograr un mejor equilibrio entre las necesidades de las organizaciones , los procesos productivos y el crecimiento sostenible tanto de sus miembros como de la empresa.
Aunque encontramos una gran variedad de definiciones, pensemos por ahora en una competencia como el conjunto de comportamientos socio-afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo de manera adecuada un papel, una función, una actividad o tarea; pero en la práctica, es el conjunto identificable y evaluable de conocimientos, actitudes, valores y habilidades relacionados entre sí, que permiten desempeños satisfactorios en situaciones reales de trabajo.
Los valores personales son las normas que se establecen en el interior de cada una de las personas que los van impulsando a vivir bien y a ser mejores cada día, estos valores cambian según como sea la persona o se deje influenciar a lo largo de su vida por muchas cosas como la religión, la moral y la ética que juegan un papel importante en los valores personales, y de los entornos sociales, laborales y familiares con los cuales vaya teniendo contacto.
Los valores corporativos en cambio, son elementos propios de cada negocio y corresponden a su cultura organizacional, es decir, a las características competitivas, condiciones del entorno y expectativas de sus grupos de interés como clientes, proveedores, junta directiva y los empleados, estos principios se determinan, a través del deseo o voluntad, compromiso y estrategia, los dos primeros dependen de las personas y el último, de la orientación de la empresa.
La importancia de fomentar los valores hace parte del ADN y la personalidad de la empresa, lo cual se refleja en los comportamientos de los equipos de trabajo y de sus colaboradores, así mismo, permiten identificar si una persona puede o no adaptarse exitosamente a la empresa, los equipos de trabajo y sus procesos productivos, con su forma de ser y de relacionarse con los otros.
El éxito en la moderna empresa es el de lograr alinear los valores corporativos con los valores personales de sus colaboradores considerando que la estructura de valores que posee el individuo, y en particular los valores a los que se asigna una mayor o menor importancia, juegan un papel determinante en la toma de decisiones.
Identificar los valores prevalecientes en los miembros de los equipos de trabajo al momento de guiar su actividad y la correspondencia entre la estructura de ésos valores y los valores corporativos es de gran importancia, puesto que los valores que son vividos en la organización tienen una importante incidencia en el éxito y crecimiento de la empresa, en especial cuando la ventaja competitiva se sustenta en la reputación constituida tras largos años de trabajo.