Dentro de una empresa, como en todo contexto social, se construyen relaciones personales entre los individuos.

Los resultados del trabajo y de la productividad de la empresa, dependen en gran parte de las relaciones positivas o negativas, de las conductas de las personas, de las costumbres de los colectivos y de la satisfacción individual que por el ambiente laboral, se perciba.

El debilitamiento de las relaciones interpersonales se puede relacionar con intereses individuales de alta desconfianza social, lo que en las empresas se refleja en una dramática disminución  de la cohesión social, el desinterés por lo colectivo y por supuesto, una proporcional baja en la productividad.

Las relaciones interpersonales en el contexto del ambiente laboral pueden ser una muy buena oportunidad para potenciar y mejorar de manera sostenible los índices de productividad en una empresa, ó, por el contrario, se pueden convertir en un distractor que desgasta los procesos, oscurece la visión de la empresa y retarda de manera sensible los resultados.

Así como en el hogar, la dificultad en las relaciones interpersonales entre los miembros de una familia, puede ocasionar un ambiente tenso entre ellos, provocando conflictos que pueden desencadenar rupturas en el núcleo familiar, lo mismo puede suceder dentro del contexto laboral, con resultados muy negativos en la productividad.

Las relaciones que se forman en el trabajo llegan a tener una influencia considerable en el rendimiento y comportamiento de los colaboradores, ya que la confianza generada en las relaciones interpersonales en los puestos de trabajo, tiene una influencia significativa en la satisfacción laboral.

Las relaciones que generan las personas dentro de su trabajo ayudan a propiciar un ambiente favorable, es decir que, en la medida que se construyen relaciones laborales sanas, el trabajo diario se vuelve menos estresante, más cooperativo y, por ende, más productivo.

La calidad de vida en el trabajo que se relaciona con la satisfacción laboral, la motivación y el rendimiento laboral, enriqueciendo los aspectos relacionados con la experiencia del trabajador la visión y los objetivos de la empresa, que integran dos ingredientes fundamentales: (…)  el entorno laboral  y la experiencia psicológica del individuo en su puesto de trabajo.